El papel de los lípidos es esencial en cualquier fase del proceso aterosclerótico, que se considera una condición crónica relacionada con los lípidos e inflamatoria. El perfil lipídico tradicional (incluyendo la evaluación del colesterol total, los triglicéridos, la lipoproteína de alta densidad y la lipoproteína de baja densidad) es una herramienta bien establecida para evaluar el riesgo de aterosclerosis y, como tal, ha sido ampliamente utilizado como pilar de la prevención de enfermedades cardiovasculares y como objetivo de tratamientos farmacológicos en la práctica clínica durante las últimas décadas. Sin embargo, otros lípidos no tradicionales han surgido como posibles predictores alternativos del riesgo cardiometabólico además de los lípidos individuales o en panel tradicionales, ya que reflejan mejor la interacción general entre las fracciones de lípidos/lipoproteínas. Por lo tanto, esta revisión trata sobre la implicación de los lípidos que caracteriza la fisiopatología de la aterosclerosis, discutiendo algunos índices lipídicos no tradicionales recientemente propuestos y, a la luz del conocimiento disponible, su potencial actual como nuevas herramientas adicionales para estratificar mejor el riesgo cardiovascular en pacientes con hiperlipidemia así como posibles objetivos terapéuticos en la práctica clínica.